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¿Y ahora qué?

✈️ Viaja del éxtasis a la angustia, pasa del orgullo a la vergüenza. Siente amor, odio, rabia, arrepentimiento. Aprende a no juzgar, a empatizar…, a perdonar.

Tómate un café con Júlia ☕ «¿Y AHORA QUÉ? Cómo evitar que un cabrón te joda la vida» se colará en tu mesita de noche, en tu bolso, entre tus manos. DESCUBRE MÁS 👇

Introducción

 

¿Qué significa «ser un cabrón»? Para mí es sinónimo de gilipollas y mala persona. Un tipo de hombre que, por desgracia, abunda. Hay cabrones fáciles de identificar, que lo llevan escrito hasta en la matrícula del coche, pero otros se disfrazan con sonrisas. Estos últimos son los peligrosos porque, con su falsedad, pueden ser capaces de joderte la vida. En aquel entonces, mi radar ‘anticabrones’ estaba averiado y lo fue arreglando a base de hostias.

¿Y AHORA QUÉ? Ahora cancela tus planes. ¡Al carajo el Google Calendar! Hemos quedado y este ratito es nuestro. Prepara café y siéntate conmigo. O, mejor, ponte una copa. Que sean dos. Yo traigo mi playlist favorita y el paquete de kleenex. Sé que eres fuerte, pero también lo es lo que te tengo que contar. Fue una batalla constante entre  corazón y mente, entre la pasión y el raciocinio. Una guerra declarada entre «querer, deber y poder».

Súbete en mi montaña rusa y viaja del éxtasis a la angustia, del orgullo a la vergüenza, del amor al odio, al arrepentimiento…, al perdón. Súbete y acompáñame en esta locura, pero no me juzgues. Solo lee y entiende que, tal y como yo descubrí, en la vida a veces se gana y otras se aprende.

Reseñas: lectoras cero ⭐⭐⭐⭐⭐

 

Os presento a mis cuatro beta readers, las que me han acompañado en este viaje con ilusión, ánimo y esperanza, pero también con una mirada crítica que me ha ayudado a mejorar. Estefanía y Águeda, mis dos amigas de la universidad, incondicionales, las que han tenido que soportar mis subidas y bajadas; la primera, lectora empedernida y escritora, de pluma tan delicada que sus consejos son recibidos como agua en el desierto; la segunda, con su visión empresarial, se ha puesto las gafas del lector, interesándose en los detalles y la coherencia global del producto final. También me ha escoltado Carla, esa súper profe, que me ha ofrecido un punto de vista fresco y juvenil. Por último, Lourdes, con el currículo de vida más experimentado, que me ha aportado constante reflexión y ha supuesto una pieza clave en la evolución y madurez del personaje principal.

ELLAS.

💬 Estefanía Santana, escritora y streamer: «Una auténtica montaña rusa de emociones. Una novela romántica, que se aleja de los tópicos y apuesta por exponer lo maravilloso y lo crudo de las relaciones. No lo dudes y acompaña a Júlia en un viaje que despertará en ti sentimientos tan intensos que nunca podrás olvidar«.

💬 Carla Rodríguez, maestra: «Una historia inspiradora, real y cercana, donde la autora derrocha toda su sensibilidad. Júlia es esa amiga que te enseña la importancia de un amor infravalorado: el amor propio«.

💬 Águeda Ruiz de la Fuente, propietaria de la librería ‘El árbol blanco’: «Historia fresca donde las haya. Si estás harta de las típicas novelas romanticonas, esta es la tuya. ¡Digamos ‘basta’ a esas relaciones romantizadas y a esos personajes femeninos insulsos«.

💬 Lourdes Berruezo, empresaria: «Si la lectura es una fábrica para los sueños, con Júlia esos sueños te emocionarán, te harán vibrar, te sorprenderán, te capturarán y catapultarán de forma que dejarás de ser tú para convertirte en ella. Prepárate para viajar, vivir y sentir como nunca hubieras imaginado«.

MIL GRACIAS. 

Prólogo

Soy periodista. Tras idas y venidas, dudas y crisis existenciales, encontré en la comunicación mi vocación. Entré en primero de carrera con 21 años. No era un vejestorio, pero tampoco acababa de salir del instituto. Como de todo se aprende, los tumbos dados con anterioridad me ayudaron a llegar a la universidad con las ideas bastante claras. “Más vale tarde que nunca”, o eso dicen.

Júlia Capdevila | © Khoa Võ

Me encantan los deportes. Bueno, verlos por la tele; lo de practicarlos sigue siendo mi asignatura pendiente. Mi agenda personal siempre ha girado en torno a los grandes eventos deportivos. En mi etapa universitaria, cada lunes repasaba fechas y horarios de partidos de fútbol, competiciones de motor, tenis, baloncesto…, lo que fuese. Oye, que tenía amigas que hacían lo mismo, pero con el calendario de las discotecas. Yo me levantaba a las cinco de la mañana para ver correr a Fernando Alonso en Japón, cuando ellas llegaban de fiesta. Al menos, sé que mi hígado me lo ha agradecido, aunque con el paso de los años acumule un poco de sueño atrasado.

Desde la invención de las redes sociales, todo el mundo se cree poeta, pero entre los vídeos de gatitos y las invitaciones al Candy Crush, a veces encuentras verdaderas frases inspiradoras. En una ocasión, acompañando un selfie de mi prima poniendo morritos con su bata de enfermera, leí algo que me hizo recapacitar: “Escoge un trabajo que te guste y nunca más tendrás que trabajar”. Ese día cambió todo. Sí, con una frase viral de Facebook y no tras leer a Paulo Coelho. Hacer del ocio mi curro me pareció una idea cojonuda.

Ante mi nueva visión de futuro, vuelve a entrar en juego mi insomnio. ¿A quién se le ocurre poner una final a las tres de la mañana? Lo peor de la NBA es que se celebre en Estados Unidos. O lo peor de vivir en España es que ‘el otro lado del charco’ pierde la horizontalidad del mar para convertirse en una pendiente digna del Angliru. ¿Solución? Fabricarme unas alas y cruzar los 6.000 kilómetros que tengo de Barcelona a la costa Este de Norteamérica; o dejarme de tonterías, estudiar, pedirme una beca y pillarme un vuelo low cost para probar suerte.

Pese a mi complejo de Dédalo, decidí centrarme en mi formación. Estudié en la Universitat Autònoma de Barcelona​ (UAB). Periodismo es una carrera relativamente sencilla; con llevarla al día, es más que suficiente para sacar buenas notas y dejar impresionados a profesores acostumbrados a una implicación nivel millennial. Además (modestia aparte), tenía (y tengo) un talento natural que pronto decidí explotar en Internet.

Creé un blog y empecé a publicar noticias de baloncesto estadounidense. En la actualidad, no hace falta Googlear demasiado para encontrar mil páginas relacionadas, pero en aquella época fui bastante pionera en mi país. Pionera, en femenino, porque el deporte no es solo cosa de hombres. Ni lo era entonces ni lo es hoy; aunque, a veces, la presencia de la mujer sea meramente anecdótica. Yo, por mi parte, aposté por un modelo diferente basado en el ‘nuevo periodismo’ de Tom Wolfe. Una diferenciación que me otorgó mucho éxito entre mis lectores. Además, para practicar idiomas, decidí publicar también en inglés.

 

Una madrugada cualquiera -te recuerdo que padezco de jet lag crónico-, escribía un nuevo artículo para mi blog, escuchando covers a guitarra con los auriculares y reencontrándome con mi musa. Al día siguiente tenía un examen de ‘Comunicación de crisis’, pero crisis me daban a mí si no dedicaba un rato a mi proyecto. De repente, recibí un correo electrónico en mi bandeja de entrada, que me sobresaltó más que un anuncio de Spotify: “hello@ward00.com”, asunto: “WTF do u think?”; algo así como: “¿Quién coño te crees?”.

Daniel Ward | © Karsten Winegeart

Antes de seguir, te explico que Daniel Ward era un escolta angelino de los Cleveland Cavaliers. Conocido como ‘The Ward’ (El guarda), fue famoso por su talento ofensivo. Elegido en el draft de 2005 por Los Angeles Lakers, durante su carrera profesional no faltó a ninguna cita en el All-Star Weekend que se celebra anualmente. Claro que tampoco se perdía ninguna fiesta, y hacía alarde de ello siempre que tenía oportunidad; primero fue en su muro de Facebook, aunque al poco nació Instragram y no tardó en sumarse a la moda del postureo. El ‘00’ no era su tasa de alcohol en sangre la real debía ascender a límites penales, sino que se trataba de su dorsal.

Por mi parte, como columnista, presumía de ser muy ácida. La objetividad se la dejaba para los que creyesen en la idea romántica del ‘periodismo tradicional’. Yo aportaba mi punto de vista y era muy dura, aunque no hubiese botado un balón de basketball en mi vida (¡shh!).

En el caso de Daniel, fui muy agresiva con mis opiniones en la Red. El jugador atravesaba una malísima racha: una lesión en el tobillo izquierdo lo mantuvo alejado de las canchas varias semanas y, a su regreso, no consiguió seguir el ritmo de la competición. Apenas aparecía en los rankings y su equipo lo echaba de menos, llegándose a cuestionar su titularidad e, incluso, su permanencia en la franquicia. Yo, por supuesto, me sumé al carro de las críticas.

Y de eso iba el e-mail. El aburrido de turno que escribió aquella parrafada, me echaba en cara mi falta de profesionalidad. En resumen: “Eh, tú, niñata, borra esa mierda que has publicado”.

No lo hice. Contesté a los días tras masticar muy bien las palabras que quería usar. Empecé a redactar mi respuesta, pero la borré. Tenía la oportunidad de hablar con ¿Daniel? o, más bien, con su jefe de prensa, pero igualmente no quería desperdiciar el tiempo en discutir. Me decanté por una reflexión sobre la vida: ‘modo filosófica ON’. Le dije que es curioso cómo los destinos están definidos: cómo yo terminaría casada, con hijos y trabajando en una redacción; y él sería una leyenda del baloncesto, se liaría con mil modelos y moriría joven, probablemente tras contraer una ETS. Sí, me pasé un poco.

Le pregunté qué pasaría si dos mundos tan diferentes, como los nuestros, se cruzaran. Si, por ejemplo, coincidiésemos en un baile y tuviésemos 3 o 4 minutos compartidos. Me lo curré tanto que hasta le envié la canción Jamming, de Bob Marley. ¡Ja! Seguro que no es la sintonía Disney que creías. Ni tú ni él. A cambio, esperaba era que me enviase a la mierda, pero no. Aún no. Me respondió, pidiéndome el Skype.

Todo empezó con: “Qué pasaría si…”. Y pasó. Nos conocimos.

Personajes

 

JÚLIA CAPDEVILA

Júlia es tu mejor amiga; incluso, Júlia podrías ser tú. Esa persona de veintitantos años, con más ganas de vivir que madurez. Una joven de las reales. De las que está aprendiendo a andar con sus propios zapatos 🩰, a su ritmo; y que a veces corre, se para en seco o se tropieza 💥 Y vuelve a tropezarse. Con piedras, con troncos…, con cabrones.

Júlia Capdevila es la protagonista de “¿Y AHORA QUÉ? Cómo evitar que un cabrón te joda la vida”. Ella te va a contar su historia en primera persona, de tú a tú, frente a un café ☕ O mejor una copa 🥃 La querrás como una hermana, la odiarás como a una enemiga. Solo siéntate a su lado y viaja al pasado en su montaña rusa. ¿Te apetece acompañarla?

 

DANIEL WARD

Como periodista, he tenido la oportunidad de tratar con deportistas de élite 🏅 He podido conocer a las personas que hay detrás de dorsales, de colores e iniciales. Además de dinero, lujos y hordas de seguidores, he encontrado muchos miedos, inseguridades y complejos. Y soledad, mucha soledad 💔

Me sorprendió especialmente la importancia de la presión social y mediática que te exige rendir al máximo de tus capacidades siempre, ya que hoy eres un «puto crack» 👍 y mañana pasas a ser esa «jodida mierda» 👎 por cometer un error durante un partido o una carrera; también el agobio de que una lesión 🤕 condene todo el esfuerzo y ponga en jaque ♟️ tu trayectoria deportiva; o la constante y amarga sensación de que todo el que se te arrima es por interés y con el objetivo 🎯 de lucrarse de tu éxito.

En Daniel Ward he buscado plasmar esa realidad. La vertiente más oscura de la fama ⚫

⛹️ En “¿Y AHORA QUÉ? Cómo evitar que un cabrón te joda la vida”, Dani es un jugador de baloncesto profesional, un escolta de la NBA que se ha tenido que construir a “The Ward” para sobrevivir a su entorno, a su pasado…, incluso, a él mismo. Un personaje que busca desesperado evitar sufrir, pero termina sufriendo 🩸 porque ¿dónde queda Dani… Solo Dani? ¿Hay espacio para él en su propio mundo?

 

IZAN DAVIS

Izan Davis es amigo de infancia de Daniel Ward y periodista de formación 📚 Con el salto de su mejor amigo al deporte profesional 🏀, Izan tomó las riendas de su imagen pública y marca personal como jefe de prensa 👔🗞️

Aunque al principio es un personaje secundario, sin importancia aparente, pronto va cogiendo protagonismo. A lo largo de “¿Y AHORA QUÉ? Cómo evitar que un cabrón te joda la vida”, irás descubriendo que Izan tiene un papel fundamental en las decisiones de Dani y en las emociones de Júlia. En vuestra conversación, la de tú a tú frente al café ☕ que has preparado, ella te lo contará todo. Vete tomando asiento y cogiendo aire. Vas a flipar 😬

 

EL ENTORNO DE JÚLIA

Os presento el entorno social de Júlia Capdevila, la protagonista del libro 📖 “¿Y AHORA QUÉ? Cómo evitar que un cabrón te joda la vida”. Sus padres, su hermano pequeño, su mejor amiga, su exnovio, la compañera de piso que tuvo en San Francisco y también sus colegas de profesión.

Un poco más sobre Júlia, antes de quedar para hacer vuestro café ☕ Antes de que ella misma te cuente todo aquello que sucedió.

 

EL ENTORNO DE DANI

Su pasado no fue nada fácil. Abandonado por sus padres biológicos, Daniel Ward creció en una familia de acogida a la que perdió en plena adolescencia ☠️

A día de hoy, su “familia” se reduce a Izan Davis, amigo de la infancia y jefe de prensa desde que comenzó su andadura en la NBA 🏀 También forman parte de su entorno: Steve, su guardaespaldas 🕶️; Ximena, una parlanchina cocinera 👩‍🍳; y el doctor Miller, el médico del equipo 👨‍⚕️. Por supuesto que hay más personas que lo merodean, pero ninguna de ellas tiene un hueco real en su vida.

Además, debemos incluir a los fans 🙌 Esa marabunta de personas que hoy te apoyan si haces una buena juega y mañana te critican si fallas 🤪

Localizaciones y línea temporal

BARCELONA | SAN FRANCISCO: 2009 – 2017

📍 “¿Y AHORA QUÉ? Cómo evitar que un cabrón te joda la vida” se localiza en dos escenarios principales: Barcelona (España) y San Francisco (EE.UU.). Separadas por casi 10.000 kilómetros ✈️ y 9 horas de diferencia 🕘, ambas ciudades comparten importancia en la historia.

⚠️ PEEERO no son las únicas. Otro Estado, también en tierras norteamericanas, marcará un hecho trascendental que dejaré que descubras tú.

⌛Por otro lado, cabe destacar la línea temporal. Júlia se ha puesto en contacto contigo 📞 para contarte algo que sucedió en su pasado, aunque afecta a su presente y puede condicionar su futuro. Un viaje de idas y venidas entre sus recuerdos, capaz de reavivar tanto cenizas 🔥 de pasión como de dolor. A través de su mente, acompasarás los latidos de su corazón a los del tuyo ♥️

📸 Capítulos en imágenes

⚠️ SPOILER ALERT | O no, porque no olvides que en #NOVELAYAQ nada es lo que parece 🤪

Guía por imágenes del índice de capítulos que conforman la novela «¿Y AHORA QUÉ? Cómo evitar que un cabrón te joda la vida». Ideal para «visualizar» los episodios durante la lectura y contextualizar la historia.

 


 

 

 

 

Apoyos institucionales

Desde Algani Editorial y Atlántida Distribuciones, queremos expresar nuestro más profundo agradecimiento a las entidades que han apoyado este proyecto editorial.

  • Al Ayuntamiento de La Villa de la Orotava, y a su Concejalía de Cultura.
  • Al Ayuntamiento de Santa Úrsula, y su Concejalía de Cultura.
  • Así como al Ayuntamiento de Adeje, y su Concejalía de Igualdad.

Gracias por el apoyo brindado tanto a la editorial como a la propia autora.

También queremos hacer especial mención a las miembros del jurado del II CERTAMEN DE NOVELA, esta vez en categoría Romántica, organizado por Atlántida distribuciones y Algani Editorial, y del cual esta novela fue ganadora por unanimidad: Nuria González Gobernado, licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Técnico en imagen y sonido; Eva Castillo Reyes, periodista; Carla Gil López, con formación en Educación Infantil, es escritora.

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